NOTICIA
ESTUDIANTE
MUERE PERO SE DESPIERTA EN LA MORGUE.
LO QUE
CUENTA HA SIDO UN SHOCK:
“HE
VISTO UN ÁNGEL QUE ME HA HECHO REGRESAR”.
Morir,
pero solo aparentemente y después despertarse en la morgue.
Un
shock para una muchacha de veinte años de Costa Rica “muerta” durante una arriesgada
intervención quirúrgica.
Pero
incluso aún más si la estudiante de informática recuerda todo:
“He
vivido en el más allá, después he vuelto a mi cuerpo”.
Una
historia que es increíble pero que ha sido que ha sido confirmada por los
médicos que la han operado y que Graciela H, nombre de la joven, ha compartido
sobre el Near Death Experience Research
Foundation.
Esta es
su historia:
“He
visto los médicos que trabajan velozmente sobre mi.... Estaban muy nerviosos.
Han mirado mis signos vitales y me han hecho la reanimación cardiopulmonar.
Cada
uno de ellos ha comenzado a dejar lentamente la habitación.
No
comprendía el porqué se comportaban así.
Todo
estaba tranquilo. He decidido entonces de levantarme. Solo mi médico se
encontraba todavía en su lugar, miraba mi cuerpo. He decidido acercarme, estaba
de pie al lado de él, sentía que estaba triste y que su alma sufría.
Recuerdo
que le he tocado la espalda, después se ha marchado.
En
aquel momento mi cuerpo ha comenzado a elevarse y elevarse, puedo decir que he
sido transportada por una extraña fuerza. Ha sido fantástico, mi cuerpo estaba
volviéndose más ligero.
Mientra
pasaba a través del techo de sala de operaciones, he descubierto que conseguía
moverme donde quisiera ir.
He sido
llevada a un lugar donde las nubes eran brillantes, un sitio o un espacio.
Todo
alrededor de mi era claro, muy luminoso y mi cuerpo se llenaba de energía, hinchándose
mi pecho de felicidad.
Miré
mis brazos, tenían la misma forma que las articulaciones humanas, pero compuestos
de una materia diferente. La materia era como un gas blanco mezclado con una
luminiscencia blanca, una luminiscencia plateada, una luminiscencia perla
alrededor de mi cuerpo.
Era
bella. No tenía un espejo para mirarme a la cara, pero yo podía sentir que mi
rostro era bonito, he visto mis brazos y mis piernas, tenía un hábito blanco,
sencillo, largo, hecho de luz.
Mi voz
era como la de un adolescente mesclada con un todo de voz de niño.
De repente
una Luz más luminosa que mi cuerpo se ha acercado. La Luz me ha deslumbrado.
ÉL ha
dicho con una voz muy bella:
“ NO
ESTAS PREPARADA TODAVÍA PARA CONTINUAR”.
Recuerdo
que yo hablaba su misma lengua con la mente, también ÉL hablaba con su mente.
He llorado
mucho porque no quería volver, entonces me tomó, me ha abrazado. Siempre estuvo
tranquilo en todo momento, me ha dado fuerza. Yo sentía Amor y Energía.
No
existe una Amor y una Fuerza así en este mundo que se pueda comparar a la que
yo recibí.
ÉL me
dijo: “ HAS SIDO ENVIADA AQUÍ POR UN ERROR, EL ERROR DE ALGUNO. TU NECESITAS
REGRESAR. PARA VENIR AQUÍ DE NUEVO ES NECESARIO REALIZAR MUCHAS COSAS. INTENTA
DE AYUDAR A MÁS PERSONAS”.
Y aquí
acaba la narración de su momento en el “más allá” para más tarde retomar la
experiencia que vivió en la morgue.
“He
abierto los ojos, todo alrededor mío eran puertas metálicas, y había personas
en mesas metálicas, un cuerpo tenía a otro cuerpo en la parte superior.
Reconocí el lugar: Estaba en la habitación mortuoria.
Sentía
el hielo sobre las pestañas, mi cuerpo estaba frío. No lograba sentir ninguna
parte de él. No estaba ni tan siquiera en grado de mover el cuello o de hablar.
Me
sentía adormecida. Dos horas o tres después, he oído voces y he abierto los
ojos.
Tenía
apenas la fuerza de pestañear un par de veces y lo he hecho.
Me ha costado
una fatiga hacerlo. Una de las enfermeras me ha visto aterrorizada diciendo a
su colega:
“Mira,
mira, está moviendo los ojos”.
Él
riendo le ha contestado:
“Vámonos,
este sitio me da miedo”.
Dentro
de mi yo gritaba:
“¡Por
favor, no me dejéis!”.
No
cerré los ojos hasta que no vinieron las enfermeras y los médicos.
Una vez
así he escuchado que alguno decía:
“¿Quién ha hecho esto? ¿Quién ha mandado a
este paciente a la morgue? Los médicos están locos”.
He
cerrado los ojos cuando he estado segura de estar lejos de aquel lugar. Me he
despertado solo tres o cuatro días después.
He
dormido mucho pero por poco tiempo.
No conseguía
hablar. Al quinto día he comenzado a mover los brazos y las piernas de nuevo.
Los médicos
me han explicado que yo había sido enviada a la morgue por error.
Me han
ayudado a caminar nuevamente, con la terapia.
Una
de las cosas que he aprendido es que no hay tiempo que perder haciendo cosas
equivocadas, debemos hacer todo bien por nuestro bien.... por otro lado, es
como un banco, cuanto más se ingresa, más se obtendrá al final”.
(Testimonio
de Graciela H, muchacha de veinte años de Costa Rica. 2014)
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